Cerca de mil ‘cachineros’, que ofertan objetos robados y de segunda mano, se resisten a abandonar las pistas y veredas de cuatro manzanas de Tacora. El 70% de ellos se han apostado a lo largo de las cuadras 18 y 19 del jirón Raimondi en el Cercado de Lima.
Ellos ofertan durante todo el día prendas y muebles usados, artículos de ferretería de dudosa procedencia y diversos electrodomésticos. También es posible encontrar comida al paso, celulares robados e, incluso, medicamentos ‘bamba’.
Los vecinos del sector ya están cansados de convivir a diario con los informales, a quienes tildaron de “delincuentes”. “No solo roban y ensucian las calles, sino también usan las fachadas de nuestras casas como urinarios públicos”, denunció una vecina del sector.
Ante ello, exigieron que la Municipalidad de Lima y el Ministerio del Interior –que hace unas semanas anunciaron el retiro de los ambulantes de la avenida Aviación– tomen cartas en el asunto y desalojen a los ambulantes cuanto antes.
Al respecto, el coronel José Montesinos, jefe del puesto de comando del Programa Aviación, explicó que, si bien su labor es mantener las pistas y veredas libres, le corresponde a Lima iniciar el desalojo.
Al respecto, la comuna limeña refirió que se expulsará a los informales del jirón Raimondi a fin de mes. Ante ello, los ‘cachineros’ pidieron ayuda para ser reubicados y formalizados.
“Pagamos cinco soles diarios para trabajar en la calle”, dijo el ambulante Juan Peña (55). Agregó que existe un ambiente en la avenida Nicolás Ayllón en donde pueden ser reubicados, pero que el alquiler de cada puesto es muy excesivo. “Nos quieren cobran 400 soles por cada tienda, es un abuso”, dijeron.
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