Los colores del arcoíris podían distinguirse a lo lejos. En Jesús María, frente al Ministerio de Trabajo, fue la concentración de la marcha LGBTI, la décimo sexta en el país. El lema de esta convocatoria es confrontacional: #ConLaIgualdadNoTeMetas
Para hombres gays, lesbianas y transexuales, la jornada era especial: la agenda LGBTI ha dejado de ser invisible, y algo de entusiasmo se puede ver en sus rostros. ¿Algo está cambiando? Dicen que sí. Y quizá están pensando en los pronunciamientos de los ministerios de la Mujer y de Cultura, así como de la Policía, los cuales expresaron su saludo por el Orgullo Gay, algo poco usual en el país. Pero otros esperan más que gestos: demandan políticas públicas de real inclusión.
Con carteles de rechazo a la homofobia, la multitud avanzó hacia el lugar histórico: la Plaza San Martín. El arcoíris avanzó, entre aplausos, miradas de apoyo y no pocos comentarios de desprecio, tan frecuentes en un país, donde ser gay, lesbiana o transexual todavía no es aceptado. El matrimonio gay, por ejemplo, es rechazado por el 82% de peruanos.
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