Edwin Alvarado y sus diseños de miedo

Violencia gráfica y extrema, exceso de sangre artificial, mutilaciones y cortes, tortura, sadismo, arte que intenta demostrar la otra cara del ser humano. La enumeración de horror visceral puede parecer caótica, pero describe el mundo de Edwin Miguel Alvarado (27) y el de su esposa Letania, una amante confesa del terror que elucubra las más macabras y sangrientas ideas que su pareja plasma en peluches de todos los tamaños, formas y colores.

“Este es nuestro negocio desde hace un año. Siempre tuvimos la idea de crear algo no comercial para ofrecer al público y comenzamos a fabricar peluches artesanales que pueden ser tiernos o hacerte salir corriendo si los ves por primera vez”, sostiene Edwin, quien también es pintor.

INFLUENCIA GORE
Agrega que las ideas para crear osos diabólicos, gatos zombies, conejos ensangrentados, teletubies demoniacos o gatos de miedo, no nacen solas, sino que provienen de la influencia del cine y la literatura gore que tanto gusta y consume su mujer, así como de intensas sesiones a todo volumen de death metal.

“Ella imagina los personajes y luego yo los boceteo en el taller. No obstante, el resultado nunca es el que hemos pensado porque durante el proceso de elaboración del peluche, la criatura va mutando como en una película de terror”, comenta el artista.

Edwin afirma que cada diseño es único y que demora unos cinco días elaborar un peluche diabólico.

“Utilizamos el micropolar para forrar el relleno porque la tela del peluche clásico tiene demasiado pelo y dificulta a la hora de darle los detalles específicos, como lo es el pintar la sangre o plasmar los cortes”, asevera este amante del horror mientras nos muestra un espantapájaros hecho de yute y que provoca tener bien lejos de la vista por el exceso de sangre que parece brotar de él.