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"Una vez una señora me dijo: 'te pago por sexo’"

“Por un tema de seguridad soy un ‘wachimán’ que tiene su ‘guachimán’”, nos dice Christian Domínguez, actor, cantante y concursante de un reality de TV.

(USI)
(USI)

Christian Domínguez,Cantante
Autor: Fabiola Valle
fvalle@peru21.com

Está en todos lados: concursando en Combate (ATV),cantando con los Hermanos Yaipén y, hasta hace poco, protagonizando una miniserie televisiva, donde fue un ‘simple’ wachimán. Pero, como la vida tiene situaciones irónicas, hoy él necesita de un guardaespaldas que lo cuide.

¿Te sientes más cantante, actor o modelo?
Soy un cantante que ha tenido la suerte de pasar a los terrenos de la actuación y el baile. Me encanta hacer las tres cosas. Sin embargo, el escenario musical aún tiene más peso que mis otras actividades.

¿Crees que gracias a tu musculoso cuerpo en el escenario se te ‘escucha’ mejor?
No. Hace muchos años que canto. La gente me reconoce más como cantante que como actor. Lo mío es la música. Actuó esporádicamente, cada vez que se da la oportunidad y, la verdad, cuando tengo tiempo.

Pasas muchas horas en el escenario con la orquesta Hermanos Yaipén. Antes de subir a cantar, ¿tomas algún trago para ganar ‘energía’?
En la orquesta Hermanos Yaipén estamos prohibidos de consumir licor antes y después de subir al escenario porque, de lo contrario, nos multan. Siempre llevo conmigo una botella de jugo para tener energía. Además, soy deportista.

Te vemos en Combate, estuviste en Mi amor el wachimán y cantas segido con Hermanos Yaipén. ¿En qué momento vas al gimnasio?.
Siempre me doy un tiempo para hacer ejercicios. Puedo entrenar tanto a las 5 a.m. como a medianoche. Como mínimo voy cuatro veces a la semana, de lo contrario no me sentiría bien ni con energías para hacer todas las labores que realizo. Cuando no voy me pongo de mal humor.

¿Te consideras un galán?
Empecé a ir al gimnasio porque quería verme bien y porque se venía el verano. Pero ahora lo hago para relajarme. En esa hora y media que le dedico mi mente está en blanco, sin ningún problema. Empecé a entrenar a los 19 años.

Siempre te vemos bien arreglado. ¿Te consideras metrosexual?
Un metrosexual es aquella persona que se pule demasiado para salir a la calle. A mí me gusta verme bien pero no soy de las personas que se echa cremas, ni que se hace la manicure o la pedicure. Para salir a la calle me baño, me peino y listo. Y no digo que no soy metrosexual porque me parezca mal, sino porque no está en mi chip.

¿No usas ningún tipo de crema para cuidar tu piel?
Cuando estoy muy ojeroso mi novia me dice: “Mi amor, échate un poquito de crema en los ojos”.

En tu personaje de wachimán eras un chico de barrio, ¿también eres así?
Guardo ropa desde que tenía 20 años porque no la uso mucho. Casi siempre utilizo ropa sport por los constantes viajes que tenemos con la orquesta y por el gimnasio.

Te has convertido en uno de los personajes más queridos de la televisión, ¿cómo haces para pasar desapercibido?
Cuando estoy apurado evito ir a lugares donde hay mucha gente porque se me hace complicado avanzar por el cariño de las personas.

¿Te incomoda que te estén pidiendo autógrafos y fotos a cada momento?
Soy bonachón, me gusta tener contacto con la gente que quizá me pide una foto o un autógrafo. No me gusta desairarlos. Por ello, cuando estoy apurado, prefiero ir a lugares donde pueda avanzar rápido. El artista que diga que no le gusta la fama es mentira. Nos gusta que reconozcan nuestro trabajo y que nos identifiquen.

¿Es verdad que de joven te ofrecían dinero por sexo?
Sí. La gente, a veces, llega a un nivel alto de fanatismo y vienen estas proposiciones. Una vez una señora me dijo: “Te pago por sexo, para que estés conmigo”. Yo era un adolescente y me asustó.

A veces los delincuentes también se filtran en el cariño de la gente, ¿cómo haces para velar por tu seguridad?
Muchas veces la gente cree que porque estás en la television eres millonario… y no es así. Trabajo mucho para poder estar bien y para que a mis padres no les falte nada, pero millonario no soy. Por un tema de seguridad siempre tengo alguien cerca de mí. Aunque tampoco está todo el tiempo conmigo por una cuestion de privacidad.

¿Es decir, también tienes tu wachimán?
(Risas). Si, pues, el ‘wachimán’ tiene su ‘guachimán’, que es un trabajo como cualquier otro… y que yo respeto mucho.

En la vida real, ¿también te ganaste la vida como wachimán?
No, pero he trabajado como mozo, he vendido libros, he trabajado en un banco… la verdad, he hecho de todo. Mi personaje de wachimán me ha acercado a la gente, sobre todo a los niños.

AUTOFICHA

- Nací el 25 de julio de 1983. Soy limeño. Tengo dos hijas. Estoy separado. Me gustaría tener otro hijo, pero más adelante.No soy fiestero. Me gusta el deporte.

- No me considero mujeriego. Solo tuve un problema que salió a la palestra. La gente que está en este medio está expuesta a las cámaras.

- En mi auto no escucho cumbia. Soy baladista por naturaleza, la cumbia la canto porque es parte de mi trabajo; eso no significa que no me guste el género que canto.


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