05.MAY Domingo, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Para un sector altamente burocrático, que luego de diez meses sigue pensando cómo actuar con respecto a los maestros condenados por terrorismo que están enseñando, y que también se tomó más de un año para decidir cómo matar la reforma del profesorado, de pronto en el Ministerio de Educación están actuando a la velocidad del rayo.

Fritz Du Bois,La opinión del director
Para un sector altamente burocrático, que luego de diez meses sigue pensando cómo actuar con respecto a los maestros condenados por terrorismo que están enseñando, y que también se tomó más de un año para decidir cómo matar la reforma del profesorado, de pronto en el Ministerio de Educación están actuando a la velocidad del rayo.

Lo cual sería ideal si esa fuera la situación general. Lamentablemente, la urgencia está limitada exclusivamente a una millonaria adquisición que fue ‘congelada’ luego de haber sido públicamente cuestionada al ser el beneficiario un aportante partidario.

Ahora tenemos que, en menos de 24 horas, tres de las más altas instancias del sector han evaluado complejos informes técnicos y le han ordenado a la compañía de seguros que proceda de inmediato a comprar 40 mil computadoras a la empresa que el ministerio ha designado –que es la del allegado– para reponer máquinas que se quemaron en marzo. Normalmente, en un plazo tan corto, uno tiene suerte si logra que un funcionario público le entregue la copia de un cargo. El tomar decisiones con esa rapidez sobre compras millonarias es, ciertamente, inusual y extraño.

Más aún considerando que, para poder recibir los equipos por los que están tan apurados, les falta 3 millones de soles, así que, haciendo gala de una gran capacidad gerencial, le dicen al asegurador que el monto faltante lo carguen al saldo indemnizatorio del resto de daños. Parece muy ejecutivo decir que por el seguro de edificios se entregue computadoras a cambio, pero no es claro cómo acreditar eso en las cuentas del Estado.

Al final, lo que tenemos es un proceso lleno de suspicacias debido a las partes que están involucradas y en el cual el sector Educación no está ayudando por la forma tan poco transparente con la que está actuando. Así que nos parece justificado y necesario que la Contraloría o la Comisión de Fiscalización le eche un vistazo.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.