Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, demostró que no sabe mucho de bailar tango, pero también que no se corre a los nuevos retos. Este miércoles, fue invitado a demostrar sus mejores pasos sobre la pista durante la cena que tuvo con el presidente de Argentina, Mauricio Macri.
El mandatario bailó tango durante la cena oficial en su honor, luego de que una bailarina en un vestido dorado lo llevó a la pista. En un principio, Obama rechazó la invitación en reiteradas oportunidades. Sin embargo, al final, accedió.
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La primera dama, Michelle Obama, también dio algunos pasos, acompañada de un bailarín de tango. Horas antes, ella y sus hijas – Sasha y Malia – almorzaron en una tradicional parrilla del barrio de San Telmo, uno de los más antiguos de Buenos Aires y poblado de restaurantes y bares.
Por la mañana, durante sus actividades oficiales, el presidente Barack Obama alabó la cultura argentina, y dijo que de joven leyó las obras de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, y que había probado la yeba mate, una infusión propia del Río de la Plata. Incluso bromeó con llevarse algo de mate a Estados Unidos.
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Obama también aprovechó la mañana del miércoles para visitar la Catedral de Buenos Aires, y rendir un homenaje a los restos del General José de San Martín, héroe de la independencia argentina. Más tarde, brindó una charla a pequeños emprendedores y empresarios en la Usina del Arte en Buenos Aires.
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