Tras perder la final de Roland Garros ante Rafael Nadal, Novak Djokovic decidió pasar unos días en Ibiza con unos amigos. Allí, salió al balcón de su hotel y se hizo fotografiar con una muñeca inflable.
Conociendo a ‘Nole’, la curiosa imagen no sería más que una advertencia, en clave de humor, hacia su verdugo español, a quien espera derrotar.
Después de estos días de relajación el tenista afrontará el reto de ganar Wimbledon.
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