El delantero Luis Suárez dijo este viernes que no ve la hora de volver a jugar, pero se siente contento por al menos entrenar en su nuevo club, el Barcelona.
El uruguayo practicó con su club un día después de que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) revocara parcialmente una sanción en su contra por morder al defensa italiano Giorgio Chiellini en el Mundial Brasil 2014.
La FIFA sancionó a Suárez con una suspensión por nueve partidos oficiales con la selección de Uruguay, cuatro meses apartado de cualquier actividad relacionada con el fútbol y una multa por la agresión.
“Estoy muy feliz por volver a sentirme un jugador y por estar acá con los compañeros, que ya tenía muchas ganas de empezar”, dijo Suárez a la web del Barcelona.
Suárez podrá competir oficialmente con el Barcelona a finales de octubre; con Uruguay lo haría recién en 2016. “Estaba pagando por un error que cometí y que ya pedí perdón, pero hay que olvidarse de todo eso”, dijo el futbolista de 27 años.
El futbolista charrúa fue goleador la temporada pasada con el Liverpool de la Liga Premier. El Barcelona y pagó por él una suma que, según medios españoles, alcanzó los US$ 109 millones en un contrato de cinco años.
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