Entran al ring dispuestos a todo por la victoria, repletos de adrenalina. Parece que echan fuego, humo. Todo sea por el título de campeón. El público los idolatra, ellos entregan todo. Son gladiadores que exponen sus vidas por la pasión que los consume.
Los luchadores de la LWA (Leader Wrestling Association) dieron uno de sus mejores espectáculos el pasado 8 de noviembre, en el evento ‘Alta Tensión’, donde se puso en juego el campeonato de lucha libre nacional.
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Lo mejor de la noche fue el duelo de fuerzas entre Apocalipsis, el campeón histórico, frente a su antiguo discípulo, Mansilla, defensor del título nacional. El cuadrilátero fue escenario de sus golpes, piruetas y acrobacias. Se lucieron, y tras un intenso combate que los dejó empapados de sudor y sangre, Mansilla consiguió retener el título de campeón.
Así finalizó la última entrega de la LWA. Los gladiadores del ring lo entregaron todo con sus puños. La gloria está con ellos.
Texto escrito por Julio Larrabure
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