Diego Daza
@DazaConZeta
“Ultra Perú, nos vemos el otro año” se escuchó al término de la segunda edición de Road To Ultra Perú, evento anual de música electrónica que se celebró el último viernes en la explanada de la Costa Verde en Magdalena.
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Este despido causó asombro entre miles de asistentes que acudieron a esta fiesta para ver y escuchar a Martin Garrix, Dash Berlin, Carnage, Deorro y Jauz. ¿Por qué la causa de su sorpresa? Porque no es lo mismo decir ‘Road To Ultra Perú’ que ‘Ultra Perú’.
Nuestro país aún es una plaza del Road To Ultra, evento que dura solo una noche y que sirve para evaluar la viabilidad de llevar a cabo un Ultra Music Festival, el cual es una gira internacional de conciertos que posee un cartel mucho más nutrido y, además, dura entre dos y tres días consecutivos.
En las garras del EDM
En total fueron 9 los artistas que se presentaron en el escenario que cada año renueva su diseño. A diferencia del anterior (2015), la estructura contaba con rectángulos verticales (ya no hexágonos) que servían como pantallas LED ubicadas a los laterales y al medio en donde tocaron los DJ. Solo sus dimensiones no cambiaron: 53 m. de ancho por 23 m. de alto.
El line up de Road To Ultra Perú estuvo encabezado por el holandés de 20 años Martin Garrix y fue él quien cerró la noche con broche de oro. Su turno inició a las 3 de la madrugada, es decir, diez horas después de haber iniciado el evento (5:00 p.m.).
Martijn Garritsen – verdadero nombre de este productor que se ubica en el puesto 3 de los mejores disc jockeys según la revista DJ Mag – eligió 20 temas propios para alimentar su set de 90 minutos que terminó con su último track estrenado In The Name Of Love. Este single cuenta con la voz de la cantante Bebe Rexha y fue lanzada en julio último.
El señor de los clásicos
Antes de Garrix, Jeffrey Sutorius (más conocido como Dash Berlin) calentó al público con algunas canciones clásicas de la música electrónica. Su presentación justamente inició con Till I Come (1999) de ATB, para luego cautivar a todos con For An Angel (1994) de Paul Van Dyk.
Conforme iba avanzando su set, lanzaba pequeñas dosis de música trance – género por el cual más se le conoce –. Sus traks tales como Till The Sky Falls Down y Underneath The Sky sonaban sincronizados con la pirotecnia que emocionaba a los asistentes. Sutorius visitó por segunda vez Lima, ya que en el anterior Road To Ultra Perú también perteneció al line up, pero con la diferencia que él fue el último en tocar.
Papi Gordo otra vez no decepcionó
Carnage, el DJ y productor guatemalteco, apareció a las 11:45 p.m. bajo la U que colgaba por encima del escenario. Como era de esperarse, desató una total locura con su energía y potentes mezclas de música trap y hardstyle, sus dos géneros por excelencia. Estas dos variantes de la música electrónica se caracterizan por sus sonidos pesados y por tener vocales de hip hop.
‘Papi Gordo’, como hace llamarse, siempre se da la licencia de tocar canciones de reggaetón y esta vez no fue la excepción. Ginza de J. Balvin y La Gasolina de Daddy Yankee se escucharon en toda la explanada de la Costa Verde. En una noche llena de beats, drops y tornamesas, algo de música latina no le cayó mal al público. “Recuerden que yo soy hispano como ustedes”, dijo antes de bajar del escenario.
Un panda llegó al Perú
Deorro (México, 1991) fue el otro artista de raíces latinoamericanas que también fue invitado para la segunda edición del Road To Ultra Perú. Su set estuvo lleno de temas de EDM (Electronic Dance Music) y también de sus sencillos que lo catapultaron al éxito en 2014, año que fue considerado como el décimo noveno mejor DJ del mundo.
Erick Orrosquieta – nombre real de este productor musical – tiene la particularidad de crear sencillos de electrohouse con letras en español, y es uno los pocos DJ que fusionan la música electrónica con cumbia. Así lo demostró en los primeros 40 minutos de su presentación cuando tocó sus tracks Perdóname (2014) y Bailar (2016).
Deorro, dueño la disquera Panda Funk, vino por primera vez a Lima y no podía irse sin antes cerrar su set con Five Hours (2014), el mejor tema que quizás ha creado hasta ahora. El público enloqueció al escucharlo.
Jauz in the house
Luego de que Damian Pinto, presentador oficial de Ultra Music Festival, apareciera en escena a las 08:15 p.m. para avisar que con Jauz iba a iniciar los mejores sets de la noche, el aforo de Road To Ultra Peru empezó a llenarse. Personas con disfraces, con banderas de distintos países y con muchas ganas de bailar, iban a apareciendo progresivamente.
Jauz (Estados Unidos, 1995) puso la cuota de future house al evento. Esta variante del house se caracteriza por elevar los sonidos graves a sus tracks. Feel The Volume (2014) y Rock The Party (2015) retumbaron en todo el recinto y los ‘pogos’ no se hicieron esperar. Algunos hacían lujo de sus pasos de shuffle que van acorde a este género de música electrónica.
Un warm up de lujo
Los warm up son las presentaciones que se realizan antes de que los DJ más importantes (headliners) de la noche salgan en escena. En el caso del Road To Ultra Perú, el paraguayo Guille Preda, el dúo californiano Atellagali, el peruano Thomas Young y el par mexicano Tom & Collins, fueron los que hicieron calentar motores al público.
Mientras que Preda y el par de estadounidenses abrieron el festival con estupendos sets de elecrohouse, el compatriota hizo gala de su talento con los vinilos mezclando distintos géneros. En tanto, los aztecas demostraron su especialidad con el house. Ellos adaptaron temas como Sweet Disposition (2009) a este género.
Aún es prematuro pensar que Road To Ultra se convertirá en Ultra Perú. Pero lo que sí es posible afirmar es que este país se está convirtiendo de a pocos en un paradero importante de música electrónica. Aún quedan cuatro eventos importantes hasta fin de año y, seguramente, para 2017, la oferta de este género crecerá mucho más. Fue una increíble noche.
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