12.DIC Jueves, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

“Algunos postulantes a presidir los ‘ositos’ han tenido un cuestionable accionar como funcionarios públicos, y enfrentan ‘procesos administrativos’”.

Es esencial elegir bien a los nuevos presidentes de los “ositos”: Osinergmin, Ositran, Osiptel y Sunass. La ineficiencia de los “ositos” le ha costado al país más de US$15 mil millones durante la última década.

Osinergmin ha sido partícipe del nefasto esquema de ingresos garantizados que subsidia a muchos negocios privados a costa del bolsillo del ciudadano.

Odebrecht, por ejemplo, gozaba de hasta US$912 millones por año durante 3 décadas en el Gasoducto financiados con aumentos en la luz. Peor aún, hoy tenemos sobreoferta de electricidad pues ¿a quién no le va convenir generar electricidad si sus ingresos están asegurados? Además, muchas empresas se dedican a hacer lobby para obtener subsidios en lugar de buscar ser eficientes.

Juan Carlos Zevallos, ex presidente de Ositran entre 2007 y 2012, purga prisión preventiva, acusado de haber recibido US$750 mil de coimas de Odebrecht por el propio Jorge Barata. Los pagos habrían sido para “colaborar” con Odebrecht en la ejecución de la Interoceánica Sur. La pérdida social de esta carretera podría superar los US$6 mil millones.

La interferencia política también podría haber afectado a los “ositos”. Patricia Benavente, presidenta de Ositran hasta hace pocos días, se opuso a la lesiva adenda del aeropuerto de Chinchero. Pero sus sólidos argumentos, que eran los de toda la línea técnica de Ositran, fueron desoídos por los directores Dammert y Balbuena. La adenda de Chinchero ha sido impulsada desde lo más alto de este gobierno. Como nos recuerda Julio Lira en un excelente artículo, algunos postulantes a presidir los “ositos” han tenido un cuestionable accionar como funcionarios públicos, y enfrentan “procesos administrativos y/o judiciales”. ¿Qué hacer?

Primero, la remuneración de los presidentes de los “ositos” debe ser mucho mayor para evitar incentivos perversos. ¿Cómo es posible que un bloguero contratado por la PCM perciba similar remuneración que la del presidente de Ositran? Segundo, los “ositos” deben tener un grado de autonomía equivalente al del BCR o al de la SBS. Así, para tener más “Benaventes” y minimizar el riesgo de nuevos “Zevallos”, el Congreso debería ratificar el nombramiento de los presidentes de los “ositos” y de al menos parte de su directorio. Estos nombramientos no deberían coincidir con el ciclo electoral.

Es fundamental para el bienestar social que los reguladores sean eficientes, honestos y ajenos a la interferencia política. Para que la reconstrucción no sea un nuevo episodio de dispendio y corrupción rampantes necesitamos “ositos” de los buenos.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.