El destacado lingüista y docente universitario Luis Jaime Cisneros falleció esta mañana por causas aún no especificadas, en la clínica Ricardo Palma de San Isidro. Sus restos serán velados en la iglesia Virgen de Fátima en Miraflores.
Filólogo y doctor en letras, nació en Lima en 1921; fue profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Católica, en la que además fue Decano de la Facultad de Letras entre 1969 y 1971.
Fue miembro de la Academia Peruana de la Lengua desde 1965, y también perteneció a la Real Academia Española, la Academia Norteamericana de la Lengua Española y la Academia de Letras de Uruguay.
Obtuvo en tres ocasiones el Premio Nacional de Cultura: el de Crítica en 1948, el de pedagogía en 1956 y nuevamente este último en 1963. En 1992 le fueron otorgadas las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta.
Cuando Luis Jaime Cisneros dejó la Medicina, la ciencia perdió un médico comedido. Cuando decidió acercarse a las letras, las Humanidades se hicieron una necesidad, al menos para quienes tuvieron la suerte de tomar clases con él.
Él pertenecía a esa estirpe de maestros que te transformaban la vida. Él no te decía “lee a Borges”; él nos lo leía y, al hacerlo, nos hacía descubrir la literatura; él no te decía lee a Cervantes, él nos leía El Quijote y, al hacerlo, nos hacia amar al idioma español.
Así era Luis Jaime, un grandísimo maestro que tenía la capacidad de ser cercano, próximo, que podía conversar con los jóvenes y demostrarles que la sabiduría era erudición, pero también cercanía, simpleza, es decir, grandeza.
Hoy se informa de su muerte. No es cierto. Este hombre tuvo una vida pero, por lo que hizo, ya es inmortal.