Roxana Canedo: "Fui miss y modelo, pero jamás una calabaza"

22 mar (Peru21.com) Era una de las periodistas más fieles a Genaro Delgado Parker, hasta que huyó del broadcaster. "Me fui para no prestarme al juego", dice hoy Roxana Canedo desde Bolivia, donde reside.

De pronto, un día desapareció de la TV. ¿Qué pasó?





Simplemente, me cansé. Venía trabajando en Red Global sin contrato, lidiando con la informalidad y la poca seriedad de ese canal. Cada día sentía más la presión de Genaro Delgado Parker o de su hijo (Gustavo Delgado Cafferatta) con sus sugerencias. Me hartó todo y me fui.




¿A qué tipo de sugerencias se refiere?





Por ejemplo, yo no estaba de acuerdo con Toledo, pero ellos siempre me sugerían que moderara mis comentarios, mis entrevistas. Pero nunca acepté y ahí empezaron los problemas.




¿Ud. sigue desde Bolivia lo que ha pasado últimamente en Panorama?





Sí, desde mi computadora veo la decadencia de ese programa. Y me da mucha lástima porque yo estuve 9 años en la conducción de Panorama y jamás mostró un nivel tan bajo.




¿Entonces vio la tan cuestionada entrevista que le hizo Jéssica Tapia al presidente Toledo?





Claro, y fue una echada de Canal 5 con el Gobierno. Era evidente por qué el presidente prefirió darle la entrevista a Panorama. Se la hicieron fácil.




¿Qué opina de Jéssica Tapia?





A Jéssica la conozco desde que trabajó en Buenos días Perú, cuando yo conducía ese noticiero. Ha pasado mucho tiempo desde eso y ella no ha dado fuego. Se quedó en la mediocridad. Como periodista, no va a dar más. Si hasta Alejandro Guerrero le dicta las preguntas por el audífono. Cuando acabe su juventud y su belleza, seguro la cambiarán. Solo es una periodista descartable.


b¿No hablará por la herida? Siempre se dijo que Ud. le insistía a Genaro para conducir Panorama...

b





Por si acaso, yo estoy de acuerdo con darle paso a la gente nueva. Pero, por favor, con cerebro por lo menos. Si Genaro me habría ofrecido conducir Panorama, hubiera puesto mis condiciones. Jamás hubiera trabajado con Alejandro Guerrero. Y, claro, habría pedido libertad para entrevistar. Nunca hubiera conducido ese adefesio que hoy presentan los domingos.




Ud. fue una periodista muy guapa en las mejores épocas de Panamericana. ¿Acaso, en ese entonces, nadie la tildó de calabacita?





¡Jamás! Yo fui Miss Noticia, elegida por toda la prensa hace muchos años. Me coronaron en el Teatro Municipal, y eso me sirvió para hacer una carrera como modelo. Pero, paralelamente, yo trabajaba como periodista en La Prensa. Genaro me llevó a Panamericana porque me vio en un comercial. Ya cuando estuve contratada se dio cuenta de que era periodista. Y luego fui la mejor. Eso demuestra que una mujer bella no necesariamente es calabaza. No todas son Jéssica Tapia, felizmente.




¿Cree que irse fue la mejor salida?





Sí, y no me arrepiento. Dije: ¡Basta! Todo esto me da asco. No voy a poder luchar con las calabacitas, como Jéssica Tapia; con los zorros mañosos, como Guerrero, y menos con un tío con Alzheimer que está acabando con el periodismo, como Genaro. Y, por si acaso, ya me retiré. A la TV no vuelvo más. Ahora aquí, en Bolivia, escribo artículos y soy corresponsal de algunos medios peruanos.