Juan Carlos Cortázar nos cuenta sobre su novela 'Cuando los hijos duermen'

Esta nueva obra literaria narra una relación homosexual.

“A la sociedad no le importan los niños", manifestó. (Piko Tamashiro)

Por: Redacción Peru21.pe

Escritor y sociólogo, Juan Carlos Cortázar (Lima, 1964) se aparta de las visiones duales, esquemas, y de lo políticamente correcto. Su novela Cuando los hijos duermen (Animal de Invierno), que narra una historia de amor homosexual, nace de la incomodidad que le genera la celebración en torno a la llamada salida del clóset.

Su intención, cuenta, es ir más allá de estereotipos y prejuicios provenientes de una sociedad homofóbica, la peruana, como de lo políticamente correcto. Para él, no hay decisión sin costo, sin pérdida, y no se debe valorar a las personas en cuanto hacen pública o no su orientación sexual.

Crianza y luz pública

Así, presenta una historia de encuentros furtivos entre Adrián, divorciado, con un hijo, y César, casado con la madre de sus dos hijas. Ambos se conocen en los ensayos de una obra escolar en la que actúan sus hijos, e inician sus encuentros en un hotel escondido de la ciudad. Adrián busca que la relación supere ese espacio, César pretende mantenerla fuera de la luz pública.

Con la elección de dos padres se aborda un aspecto central en la lucha por los derechos de la comunidad homosexual: la crianza de los hijos. Para ello, Cortázar presenta personajes con relieve, con distintos lados: tienen una relación homosexual, y se preocupan por sus hijos, van a verlos a los ensayos teatrales, comparten intereses y múltiples experiencias.

Para Cortázar, ningún argumento contra la adopción por parte de parejas homosexuales resiste a la lógica. La mitad de los peruanos fuimos criados por mamá, tía, abuela, opina. “A la sociedad no le importan los niños. Se preocupa si son adoptados por homosexuales, pero no se interesa por su desarrollo”, agrega.

Los problemas se resuelven en las matemáticas, dice el autor. Al final de la novela, Adrián vuelve a EE.UU., donde trabaja como docente, sin saber de César, quien había salido de viaje con su familia. Según Cortázar, los personajes aprenden de su sexualidad, de su papel de padres. La intención es generar tensiones, no resolver el conflicto de la historia.

Una literatura que busca la reivindicación de los derechos de la comunidad LGTBI es válida, opina Cortázar, pero tiene un riesgo como arte. Si algo puede aportar la literatura, reflexiona, es generar entendimientos, empatías, arrojar luz sobre una dimensión de la vida.

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