“Ollanta es autor del ‘Andahuaylazo’”

Liz Orcón Patilla, viuda del suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) Abelardo Cerrón Carbajal, uno de los cuatro policías asesinados en Andahuaylas, el 1 de enero de 2005, por un grupo de etnocaceristas comandados por Antauro Humala Tasso, culpa al candidato de Gana Perú, Ollanta Humala, de ser el autor intelectual de ese suceso sangriento.

“Para nosotros, el señor Ollanta (Humala) es el autor intelectual del ‘Andahuaylazo’, eso está certificado, hay documentos, hubo un fax enviado desde Corea (por Humala), hubo audios donde estaba la voz del señor Ollanta. Hay pruebas”, señaló la viuda del suboficial Cerrón, en diálogo con Perú.21.

“Cuando él (Ollanta Humala) dice que solo apoyó la protesta y no los hechos de violencia, no le doy credibilidad, para nada. Él puede decir que no tiene la culpa de las muertes, que es inocente. Pero para nada le creo, no le creo”, refiere Orcón. Agrega que si lo que querían los etnocaceristas era solo protestar, “se hubieran cuidado que no hubiera violencia”.

TAMBIÉN DEBERÍA ESTAR PRESO. En ese sentido, la viuda de Cerrón demanda que, toda vez que para ella Ollanta Humala es “el autor intelectual” de la sangrienta asonada de Andahuaylas, también debería estar condenado y preso, al igual que su hermano Antauro.

“Se supone que él también debería estar allí, en la cárcel, junto con su hermano Antauro y con los que están cumpliendo sus condenas, porque el que planeó eso fue el señor Ollanta”, refirió.

ESTABA ENFERMO. El ‘Andahuaylazo’ fue, como se recuerda, el levantamiento en armas encabezado por Antauro Humala, el primer día del año 2005. El hecho provocó la muerte de cuatro policías y dos etnocaceristas, y motivó la condena del hermano del candidato presidencial de Gana Perú, así como de sus cómplices, a 25 años de cárcel.

El suboficial Cerrón se encontraba en su domicilio, en Lima, recuperándose de una intervención quirúrgica a la que había sido sometido a fines de 2004. Pero tuvo que trasladarse a esa ciudad, ante el llamado de sus jefes del Escuadrón Verde.

“Cuando murió, mi esposo tenía 39 años… desde ese día mi vida cambió, levantarse todos los días y no ver al padre de mis hijos, mi esposo… que mis hijos ya no vean a su padre. Yo sola trabajo, trato de salir adelante. No sabe todas las cosas que han pasado mis hijos cada vez que veían la propaganda (de la campaña), los encontraba llorando”, señala su viuda.