El vibrante partido de vuelta por la final de la Copa Sudamericana 2010 se jugó en el estadio de Independiente, donde el local no tenía más alternativa que ganarle al Goiás por al menos una diferencia de dos goles para pensar en el tiempo suplementario, y luego en los penales.
Y justamente así fue que pasó. Julián Velázquez consiguió la primera ventaja que abrió el sueño de los argentinos, pero rápidamente Rafael Moura silenció a la afición local al empatar el partido. Facundo Parra fue el encargado de convertir en dos oportunidades para poner el resultado global (Goiás se impuso 2-0 en el encuentro de ida) en un empate.
El tiempo suplementario encontró a los brasileños mejor parados y tuvieron varias ocasiones de marcar. Incluso, le anularon dos goles por dudosas posiciones fuera de juego, que habrían sentenciado el partido. Pero el carácter de Independiente, y la fenomenal actuación de su portero, Hilario Navarro, hicieron que el partido llegara a la definición por penales.
Desde los doce pasos, los brasileños tuvieron un sólo error, un tiro que pegó en un palo y eso dio una posibilidad a los argentinos. El experimentado defensor Eduardo Tuzzio fue el encargado del último tiro, y con un disparo certero dio una nueva copa a su club.
La última conquista de Independiente a nivel continental fue el 12 de diciembre de 1995, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, cuando obtuvo la Supercopa ante Flamengo.