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El amor en tiempos de la web 2.0

Sábado 16 de octubre del 2010 | 09:55

La influencia digital en los sentimientos. ¿Saber utilizar estos medios puede ser un factor determinante para crear o romper una relación?

Si tu pareja no sabe de tecnología, esa no es razón para descalificarla. (Internet)
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Por Lourdes Fernández

Lucía tiene el Blackberry pegado al cuerpo. No puede dejar de revisarlo a cada minuto. Navega en Internet, actualiza su Twitter y sube sus fotos en Facebook. Siente que ese ‘teléfono inteligente’ le facilitó la vida. Rafael es un tipo intelectual. Le encanta la literatura y le apasionan los libros. De las herramientas digitales, no sabe ni sus nombres.

Lucía y Rafael se sienten atraídos. Un gusto mutuo les permitió disfrutar de una primera cita sin problemas. Pero ahora ella duda. ¿Podrá tener una relación con una persona que en plena era 2.0 no sabe de tecnologías? ¿Es este un factor tan importante para descartar a un chico?

NO ES EXCUSA. Según la psiquiatra Estela Inga Zapata, de la clínica San Gabriel, no debería serlo. El desconocimiento que una persona pueda tener sobre el manejo de nuevas tecnologías no es una razón lógica para descalificar a una posible pareja. La especialista señala que el apego y, en algunos casos, la adicción por herramientas virtuales terminan por convertir a la gente en personas antisociales que buscan aislarse.

“El temor de las personas que tienen rasgos dependientes de estas herramientas es que les rompan esa burbuja virtual en la que viven. Por eso, prefieren vincularse con quienes tengan esa misma afición”, señala. La psiquiatra advierte que hay otros valores como la sinceridad o el deseo de superación, que se deberían tener en cuenta antes de iniciar una relación.

SÍ AL CAMBIO. Sin embargo, la experta recuerda un aspecto valioso. En épocas donde el uso de Internet y el avance de las tecnologías son inminentes, es casi inaceptable que una persona se niegue a manejar estas herramientas.

“Las personas deben ser completas. No hay pretexto para no actualizarse”, sostuvo. Además, nunca es tarde para aprender.