La U gano con el sello del demonio
Jueves 21 de abril del 2005 | 12:00
Colombiano Mauricio Mendoza definió el partido con un golazo en los descuentos.
Equipo de José Basualdo se sigue consolidando y es el único invicto del torneo.
El Demonio estuvo agazapado, esperando que su presa baje la guardia para atacar. Y al final, Mauricio Mendoza, lanzó su aguijón mortal. ¿La víctima? Cristal, que pecó de inocente en la delantera y tuvo que morder el polvo de la derrota. La U se impuso 1-0 en el Monumental y el colombiano desató la fiesta merengue, porque el equipo sigue como líder absoluto del Apertura y no deja de ilusionar a sus hinchas.
Pero no fue fácil. Cristal mostró una volante solvente, con jugadores mejor parados en la cancha, mientras que a los locales les faltó dinámica para llegar al arco rival. Kukín Flores no estuvo a la altura de lo que Álex Magallanes le aporta al equipo; por el contrario, le faltó rapidez. En medio de la alegría, Basualdo lo resumió bien al final del partido: Maga, ausente por lesión, sigue siendo dueño del puesto.
Pese a su dominio, el conjunto del Patón Bauza no supo concretar las ocasiones que se le presentaron, debido a que Luis Bonnet, solo en ataque, siempre fue anticipado por Luis Guadalupe o Leonardo Lemos.
Sobre el final del primer tiempo, los merengues pusieron en aprietos a la defensa celeste, pero tanto Piero Alva como Mauricio Mendoza no estuvieron finos en los últimos metros.
APARECIÓ EL DIABLO. En el segundo tiempo, el equipo del Pepe Basualdo salió decidido a marcar la diferencia. Y aunque tuvo mayor control de pelota que su rival, le faltó claridad en tres cuartos de cancha hacia delante.
Aun así, Kukín Flores asustó a los 4 minutos, con un cabezazo que salió ligeramente desviado. Cristal no se quedó y, a los 15, José Moisela sacó un potente disparo que Chiquito Flores supo contener. El partido se enredó en la siguiente media hora, pero, a los 42, la emoción volvió a desbordarse. Alberto Rodríguez derribó a Javier Molina dentro del área y el árbitro Héctor Pachecho no cobró penal.
Cuando todos daban por descontado el empate, apareció el Diablo con una corrida espectacular que dejó fuera de poste a Araujo y definió con un potente derechazo cruzado. Era el 1-0, sobre el final, como para celebrarlo con más ganas. La U ganó un partido clave y sueña, sueña con justa razón.