Horas antes de la final ante Holanda, los jugadores de la selección española se animaron a hacer sus promesas, que cumplirían en caso de que la ‘Furia Roja’ se llevara la Copa del Mundo. Iker Casillas confesó, en una entrevista, que antes de raparse la cabeza se casaría con su novia Sara Carbonero. “Casarme, lo de raparme la cabeza no lo veo”, dijo.
España venció, Casillas levantó la Copa y besó a su novia en plena entrevista. Lo que debería seguir es la propuesta de matrimonio. Sin embargo, al ser consultada sobre esta situación, Sara Carbonero dijo que no se casaría (por el momento) con el arquero.
El programa español Sálvame la abordó minutos después de la final y la reportera negó cualquier intención de casarse y añadió: “No, no… que se rape, que le quedará bien”. Esta novela rosa a la española tiene aún para rato.