Holanda fue la selección más amonestada del campeonato mundial de fútbol Sudáfrica 2010 , al acumular 23 tarjetas amarillas y una roja, en sus siete encuentros, seguido de Australia, el único país que recibió dos expulsiones.
Solo en el partido de la final la “Naranja Mecánica” acumuló 9 tarjetas, 8 amarillas y una roja, a su defensa John Heitinga.
España, el campeón del mundo, terminó con ocho, y se alzó con el título al fair play del juego limpio. El menos amonestado, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) sólo recibió dos amonestaciones, aunque apenas jugó tres partidos al quedar eliminado en la primera fase.