José Carlos Fernández: "De niño vendía raspadilla y trabajé en un almacén"

Por Carlos Lara / Fernando Dávila

Pinta de goleador. El apelativo de “Zlatan’ le viene bien en este momento a José Carlos Fernández. A parte de tener un aire al delantero del Barcelona, el atacante de Alianza Lima –guardando las distancias– se asemeja en algo a Ibrahimovic porque juega en su misma posición y por ser hoy uno de los goleadores de la Copa Libertadores: lleva anotados cuatro goles en tres partidos jugados.

¿Te molesta que te digan “Zlatan’?
Me da risa. Debe ser porque tengo un aire a Ibrahimovic. No me fijo en esas cosas, a veces me incomoda pero, ¿qué puedo hacer si la gente me llama así? Mejor sería que me llamen por mi apellido. Zlatan es una superestrella y es un gran goleador. Mi mamá se ríe cuando me dicen “Zlatan’.

La celebración de tus goles es casi parecida a las del delantero sueco…
No sé, para mí el gol es lo máximo. Siempre exploto cada vez que anoto y con más razón cuando tienes ahí al Comando Sur alentándote.

¿Cómo te dicen tus compañeros?
“Zñatan’ por la nariz (risas). No pienso hacerme cirugía a la nariz, estoy contento con lo que tengo. Mis amigas de infancia dicen que mi nariz hace juego con mi cara.

Imaginamos que se habrá incrementado la legión de admiradoras…
No sé ni le presto atención a eso. Hace dos años que estoy felizmente casado con mi esposa (Luciana). Si me casé es para toda la vida.

¿Ya piensas encargar a la “Cigüeña’?
Queremos ya, pero no nos desesperamos, eso se lo dejo a Dios, pero que no te queden dudas de que estamos practicando.

¿Te harías la vasectomía como se la hizo Gianmarco?
Son temas que cada uno lo elige. No te afecta en nada, solo impide que uno tenga hijos. Si un día decido hacérmela no tendría nada de malo.

¿Qué opinas de la infidelidad?
Eso depende de cada uno. Dicen que si uno no encuentra lo que busca en la casa, entonces sale a buscarlo afuera. Eso depende de cómo uno mantiene una relación.

¿Qué opinas de John Terry que se metió con la novia de Wayne Bridge?
Es un caso muy feo. A la mujer o pareja de un amigo o un compañero se respeta y no concibo eso, pero lo de los “partidores’ no solo los hay en el fútbol, están en todos lados.

¿Cómo manejas la fama?
veces me gustaría volver a ser el muchacho que jugaba en Coopsol, que salía tranquilo de los entrenamientos y de frente a mi casa. Ahora, cuando uno sale de Alianza, hay cien periodistas y hay que declarar y eso a veces cansa, pero al final hay que asumirlo como parte del trabajo que uno escogió.

¿Llegaste a trabajar de chico?
Sí, pero era para comprarme algunas cosas porque gracias a Dios en mi casa nunca faltó nada, pero tampoco es que sobraran las cosas. Recuerdo que vendía raspadilla en vacaciones y también en el almacén de un supermercado.

¿Es verdad que eres sentimental?
Soy llorón, veo una película y se me salen las lágrimas. Cuando tenía ocho años entré al cuarto de mi mamá llorando. Mi madre se asusto y le dije: “El Chavo se va de la vecindad”. Ella se mató de risa. Así he sido siempre.

¿Y alguna vez lloraste por amor?
Claro, si he rebotado con las chicas varias veces. Por amor he botado muchas lágrimas también.

En este buen momento que estás disfrutando, ¿te acuerdas de alguien que te apoyó desde tus inicios?
Del “Pelado’ (Óscar) Dertycia, una gran persona, fue mi compañero en el Sport Coopsol. Siempre me animaba y con él me quedaba a seguir practicando cuando ya había finalizado los entrenamientos. Me enseñó muchos trucos para ir al cabezazo.