Algunos de sus gastos regulares y periódicos son lujos –cosas como la limpieza de la casa, servicios de cortar el césped- que uno puede hacer. A continuación, algunos consejos simples de Mastercard y del blog TomasPulido.com.
Comprar con inteligencia. Antes de realizar cualquier adquisición, pregúntate cuántas horas de tu trabajo supone comprar eso. Busca por Internet si lo puedes hallar más barato.
Pequeños gastos diarios. Desayunar o almorzar fuera de casa, o unas copas pueden suponer, en su conjunto, un mayor gasto en nuestro presupuesto.
No tanto lujo. Otras cosas como la televisión por cable, el teléfono móvil con todos los extras, entre otros, son lujos que queremos pero no necesitamos. Puedes optar por los paquetes económicos.
Las compras por Internet. Es más fácil comparar precios por la web que ir tienda por tienda. Especial mención merecen los bancos on-line, así como la venta de boletos y los trámites por Internet.
Haz rendir tus cuentas bancarias. Busca un banco que no te cobre comisiones y te ofrezca una buena rentabilidad tanto en cuentas como en la CTS. Puedes revisar las tasas en la web de la página de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.
Revisa tus deudas. Ajústate a un presupuesto y comunícate con los bancos si tienes problemas para hacer los pagos. Estos son los primeros pasos en el camino para manejar tu deuda.
Compra en los supermercados. Has una compra al mes en vez de varias para ahorrar en transporte. Lo más caro suele colocarse en los estantes a la altura de los ojos.
Economiza con el automóvil. Si la ruta es corta, usa el transporte público. Si vas a hacer un viaje, planifica la ruta más económica y comprueba el estado del tráfico.
Ahorro en la imagen personal. Puedes acudir a academias de peluquería, donde ahorrarás hsta el 80%. Compra ropa en época de rebajas y lo que realmente vas a usar.
Si no te enfermas, ahorras. Acude al gimnasio o a una piscina municipal. Deja el tabaco, el alcohol, los aperitivos fritos o salados y cualquier cosa que no le haga bien a tu salud.