Bolivia cambia preacuerdo con Chile sobre uso de aguas del río Silala

El Gobierno de Bolivia aceptó introducir cambios al preacuerdo suscrito con Chile para el uso de aguas del río Silala, que nace en el altiplano y riega el norte desértico de Chile, y dijo que lo renegociará con Santiago.

Los cambios se hicieron para atender dos demandas de la ciudad de Potosí: que esas aguas sean reconocidas como 100% de propiedad de Bolivia y que no se renuncie a la deuda histórica que tiene Chile por los más de 100 años de aprovechamiento de ese recurso.

El acuerdo, que se puso en consideración de representantes regionales antes de suscribirlo, aborda uno de los 13 puntos de una agenda de diálogo entre La Paz y Santiago, que incluye también la demanda boliviana de una salida soberana al océano Pacífico.

El canciller David Choquehuanca, quien se reunió con autoridades gubernamentales y representantes potosinos, anunció que en las próximas semanas se convocará a una reunión binacional Bolivia-Chile, para analizar el nuevo texto.

También criticó a la oposición política boliviana por haber respaldado una campaña de desinformación sobre los alcances y beneficios del preacuerdo que establece que Chile pagará un 50 por ciento del uso de las aguas del Silala durante cuatro años, periodo en que se hará un estudio técnico que servirá para el pago del 100 por ciento.

El norte de Chile se beneficia gratis desde 1908 de las aguas del Silala. Sin embargo, una reciente negociación diplomática logró que después de la firma de un acuerdo con Bolivia se cobraría por el 50 por ciento de consumo de agua.

Los pobladores de Quetena pidieron a Choquehuanca el cambio de la redacción del punto dos del preacuerdo para que se “ponga con claridad que las aguas del Silala son de propiedad del Estado boliviano en un cien por ciento”.

Además se debe “modificar la redacción del artículo 17, para que se ponga claramente que Chile debe pagar toda la deuda acumulada por el uso de las aguas del Silala desde 1908”.

Las organizaciones cívicas de Potosí, a diferencia de los pobladores de Quetena Chico donde están las aguas del Silala, exigen primero el pago de una llamada “deuda histórica” por el consumo de 1908 a 2008.