Por Eliana Fry García-Pacheco
La Corte del Rey luce formidable y orgullosa pues esperan la entrada de su recién nacida hija, la princesa Aurora, para presentarla en sociedad. No faltan los elegantes invitados empapados de algarabía, pero son, sin duda, el cortejo de hadas las invitadas principales. Ellas serán quienes colmen a la pequeña de dones y ofrendas.
Pero los reyes olvidaron invitar a tamaño festejo al hada Carabosse, quien ofendida irrumpe con su séquito en el bautizo. Como venganza decide obsequiarle a Aurora una rueca, anunciando que un día ella se pinchará el dedo con el huso y morirá.
“¿Qué hacer?”, se cuestionan los reyes, agobiados por la pena y la desesperación de saber que perderán a la princesa. Afortunadamente, el hada de Las Lilas aún no ha hecho su ofrenda, así que promete que Aurora no ha de morir sino que caerá en un profundo sueño de 100 años.
Así se inicia La Bella Durmiente, el clásico ballet con el que el teatro Manuel A. Segura conmemora su centerario, convirtiéndose en el espacio cultural más antiguo de Latinoamérica.
DE RUSIA CON AMOR. Para celebrar esta función de gala, la Municipalidad de Lima ha invitado al ruso Kirill Zaretzky, primer bailarín del Ballet de Moscú y del Ballet de San Francisco.
Zaretsky, quien tuvo una actuación impecable, no dudó en expresar a Perú21.pe su agradecimiento por la oportunidad de venir a danzar a nuestra capital, convirtiéndose en parte de la historia que alberga el Teatro Segura.
AURORA, DE CARNE Y HUESO. Fátima Rizo-Patrón interpreta a la princesa Aurora, la joven que cae en un profundo sueño en espera de que el amor de su vida consiga despertarla.
Pero Fátima nos explica que en la verdadera historia, escrita por el francés Charles Perrault, el hechizo cae tanto sobre la princesa como sobre los cortesanos, durmiéndolos durante cien largos años.
“Esta cantidad de años significan, para Aurora, una etapa de transición entre la adolescencia y la adultez”, nos cuenta Fátima, quien alternará su protagónico con Patricia Cano, Ronna Azaña y Diana Silva.
Sobre su personaje aclara que fue todo un reto pues en el segundo acto, cuando es cortejada por cuatros príncipes que llegan de lejanas tierras, debo bailar a la vez con ellos, lo que es complicado, ya que debe adaptarse a cuatro estilos diferentes, además de asumir el crecimiento emocional de su personaje. Sin embargo manifiesta estar más que contenta con el resultado obtenido.
HISTORIA SOVIÉTICA. La Bella Durmiente se estrenó en el Teatro Mariinsky de San Petesburgo en 1890. Con música de Tchaikovski, este ballet supo resaltar en la época elementos clásicos de alto relieve estético.
En tanto, la simbología y la moraleja del cuento fueron enriquecidas por agudas soluciones y armonías internas de la pieza hasta darle una dimensión espiritual superior.
La coreografía que hoy nos presentan fue ensayada por el argentino Mario Galizzi, y en ella vemos desfilar, entre jeté y entrechat, a otros personajes de las historias de Perrault, como la Caperucita Roja y el Lobo Feroz, el Gato con botas o el Pájaro Azul.
Lima se está revalorizando como una urbe cultural donde las expresiones artísticas son cada vez más frecuentes, por ello celebramos toda intención de las autoridades públicas por mantener las diversas formas de arte en nuestro país. Sin embargo como bien decía César Vallejo, cuya estatua resguarda la entrada del emblemático Teatro Segura, “hay, hermanos, muchísimo que hacer aún”.
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