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¿Qué está haciendo el Twitter?

Jueves 26 de marzo del 2009 | 07:18

El “microblogging’ ya dejó de ser un servicio solo para mensajería. Desde las más afamadas estrellas porno hasta los científicos más conservadores, han decidido formar parte de un fenómeno que amenaza desplazar al mismísimo Messenger.

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Por Fabricio Escajadillo

Nadie puede dejar de parlotear (“twitter’ en inglés) durante los últimos años. La fiebre se ha tornado tan necesaria que, desde las más afamadas estrellas porno hasta los científicos más conservadores, han decidido formar parte de un fenómeno que amenaza desplazar al mismísimo Messenger. Una mezcla de chat, blog y red social creada no solo para saber en qué andan los amigos, sino para compartir información, experiencias, y noticias -en tiempo real- con gente al otro lado del mundo. Respetando siempre, claro está, la única regla: 140 caracteres por mensaje. He aquí algunos casos imprescindibles:

GOLPE AL TWITTER. Corre el 23 de febrero de 1981 y, por Radiotelevisión Española, el rey Juan Carlos se dirige a los madrileños que viven en shock. Un golpe de Estado organizado por el teniente coronel Antonio Tejero acaba de ser impedido por las fuerzas reales. Millones de españoles viven en tensión por el destino de la corona.

Veintiocho años después, microblogeros de la Península decidieron crear un espacio, vía Twitter, para contarle al mundo –tal cual sucedieron los acontecimientos minuto a minuto en 1981–, lo que vivieron miles de españoles durante esa jornada que intentó desplomar su democracia. Un trabajo virtual muy recomendable.

CIRUGÍA ON LINE. Para mantener informados a los familiares de un paciente al que debían extraerle un tumor, los médicos del hospital Henry Ford en Michigan, durante el año pasado, no tuvieron mejor idea que contarlo todo, movimiento por movimiento, corte por corte, usando una laptop conectada a internet.

El resultado de la operación fue tan exitoso como la transmisión. Miles de estudiantes, colegas, periodistas y curiosos siguieron en directo cada uno de los movimientos. Mientras los profesionales seccionaban y decidían, otro galeno iba narrando el hecho por Twitter . Al día siguiente, los periódicos de Michigan usaron una sola frase para definir la experiencia: sin precedentes.

¿EN QUÉ ANDA JENNA? Un consejo: que las mandíbulas se mantengan cerradas al usar el Twitter, solitarios del mundo. Que las manos no se muevan del teclado. El “microblogging’ llegó a manos de las estrellas porno más cotizadas y, quizá, sea mejor tomarlo con calma. “Acabo de despertarme: hoy seré una chica muy caliente en mi sesión fotográfica”, escribe la porno star Jenna Haze en su último twit. Cuestión de publicidad, quizá, pero lo cierto es que ellas saben que ahora son leídas por millones de internautas y no se callan nada.

Belladonna, Jessica Drake, Cytherea, Sasha Grey. Los contactos podrían ser tan interminables como fáciles de ubicar. Información sobre películas, fotografías personales, datos inéditos. Si algún fan sabe que jamás podrá conocer en persona a una de estas señoritas, el Twitter puede ser la manera de resolver la lejanía. En vivo y en directo. Solo es cuestión de usar los dedos.

LA ANTÁRTIDA AQUÍ. Un lobo de mar, viejo y sabio, teclea su laptop sobre algún témpano antártico: los que siguen por el Twitter el viaje de Juan Kestelboim, a través del continente blanco, sabrán que la metáfora es inmejorable.

Abogado y periodista de profesión, aventurero por naturaleza, que un día decidió embarcarse a la Antártida con un único afán: transmitir su travesía, durante 60 días, en vivo, minuto a minuto, desde el “microblogging’

Con el apoyo de Google y de la Dirección Nacional del Antártico Argentino, Kestelboim zarpó el 3 de febrero en un buque de la armada de su país, armado con una cámara de fotos, una filmadora, una PC portátil, un GPS, y un montón de ropa de invierno.

Desde Ushuaia hasta el fin del mundo. Toda una empresa titánica claro; sin embargo, un mes y medio después de iniciada, contra lo que muchos creían, el proyecto va viento en popa y tiene ya miles de seguidores. Desde una cómoda habitación en la ciudad, la Antártida nunca lució tan cercana.

¿Y tú, qué estás esperando para unirte al Twitter?