AP. Los 88 pasajeros y miembros de la tripulación que viajaban en un avión comercial murieron al estrellarse la aeronave el domingo por la madrugada mientras se preparaba para aterrizar en el centro de Rusia, informaron las autoridades.
El Boeing 737, que viajaba de Moscú a Perm, se vino abajo aproximadamente a las 3.15 del domingo (2315 GMT del sábado) y no había indicios de que la tragedia se haya derivado de un ataque terrorista, informó Irina Andrianova, vocera del Ministerio de Situaciones de Emergencia.
La aeronave, operada por una división de Aeroflot, estaba cerca de aterrizar en Perm, cuando se estrelló en una zona despoblada de la ciudad, indicó la vocera.
El Vuelo 821 transportaba un total de 82 pasajeros incluidos siete niños y seis tripulantes, dijo Aeroflot en un comunicado. Entre las víctimas había ciudadanos de Estados Unidos, Francia, Turquía, Suiza, Alemania, Italia y Letonia, señaló Irina Danenberg, portavoz de la compañía.
Danenberg, dijo a la televisión que la aeronave estaba a unos 1.100 metros de altitud (3.600 pies) cuando se perdió contacto con la torre de control.
La causa más probable del accidente es una falla técnica, dijo a la televisión Vladimir Markin, un vocero del comité investigador de la fiscalía federal.
Perm se ubica 1.200 kilómetros (750 millas) al oriente de Moscú.
Valery Tivunov, funcionario de emergencias en Perm, dijo a la TV que el avión cayó sobre unas vías férreas, a unos metros de un edificio de apartamentos. No hubo lesionados en tierra.
“Sentí la explosión, me sacó de la cama. ... Mi hija vino corriendo de la habitación de al lado llorando y preguntando ‘¿qué sucedió? ¿Ha comenzado una guerra o qué?”’, comentó una mujer en Perm quien no fue identificada por la televisora Vesti-24.
“Mis vecinos, otros testigos, me dijeron que se estaba incendiando en el aire, parecía como un cometa. Cayó a tierra en frente de la siguiente casa, dejando como fuegos pirotécnicos en el cielo”, agregó.
Investigadores encontraron la llamada “caja negra” que en realidad es anaranjada, con las grabaciones del vuelo, y estaban trabajando para analizarla.
Pavel Shevchenko, un residente de 36 años de Perm que vive a sólo 300 metros del lugar del accidente (330 yardas) dijo que lo despertó una explosión y salió corriendo.
Vio que se esparcían escombros alrededor del área, junto con una sección de las vías que fue destruida por el impacto del jet, pero el calor de las llamas impidió acercarse más.
Shevchenko señaló que un vecino que vio el choque le dijo que el avión golpeó el suelo en un ángulo de entre 30 y 40 grados. Agregó que teme que conocidos o amigos estén entre las víctimas.
“Es horrible. No hay palabras para describirlo. Perm es un poblado pequeño, todos conocen a todos aquí”, dijo Shevchenko a la AP.
Rusia y las otras ex repúblicas soviéticas figuran entre los países con la peor seguridad aeronáutica, de acuerdo con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo.
El accidente del domingo es el segundo que involucra a un Boeing 737 en la ex Unión Soviética en el último mes. Un avión del mismo modelo, que volaba de Kirguistán a Irán, cayó poco después del despegue, el 24 de agosto, en un hecho en el que murieron 64 de las 90 personas a bordo.