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Rusia suspendió las operaciones militares en Georgia

Martes 12 de agosto del 2008 | 08:07

Tras cinco días de ataques, el presidente ruso Dmitry Medvedev prometió no volver a recurrir a la fuerza para solucionar el conflicto en el Cáucaso. Sin embargo, el gobierno georgiano denunció que los bombardeos continuaban.

El presidente georgiano Mikhail Saakashvili acusó Rusia de premeditar la invasión para derrocar al actual gobierno democrático. (AP)
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AP. El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, ordenó el fin de la operación militar en Georgia, después de cinco días de ataques por aire y tierra que permitieron a las fuerzas rusas una incursión profunda en su vecino de menor tamaño y aliado de Estados Unidos en el Cáucaso.

Sin embargo, el gobierno georgiano denunció que continuaban los bombardeos. Tiflis dijo en un comunicado que las incursiones rusas alcanzaron dos aldeas fuera de Osetia del Sur después que Medvedev declaró el fin de las acciones.

Ayer, Rusia provocó la indignación mundial con su agresiva campaña militar en Georgia en las provincias separatistas de Abjazia y Osetia del Sur. El presidente georgiano Mikhail Saakashvili acusó al antiguo superpoder soviético de premeditar la invasión para derrocar al actual gobierno democrático. El mandatario estadounidense George W. Bush, el primer ministro británico Gordon Brown y otros líderes mundiales también fustigaron duramente la desmedida ofensiva rusa.

El presidente francés Nicolas Sarkozy llegó hoy a Moscú casi al mismo tiempo con la exigencia de Occidente para que Rusia saliera de Georgia. Sarkozy celebró la suspensión de los combates, pero dijo que debía resguardarse la soberanía, integridad y seguridad de Georgia. Estados Unidos se abstuvo de pronunciarse de inmediato.

Medvedev afirmó en un mensaje por la televisión nacional que las fuerzas rusas habían castigado a Georgia por atacar a la provincia de Osetia del Sur. Georgia lanzó por la noche una ofensiva para recuperar el control en esa provincia separatista en territorio georgiano, la cual tiene relaciones estrechas con Moscú.

“La seguridad de nuestras fuerzas de paz y de los civiles fue restablecida”, dijo Medvedev. “El agresor fue castigado y sufrió pérdidas muy significativas. Sus fuerzas armadas fueron desorganizadas”.

Sin embargo, añadió que había ordenado a las fuerzas rusas que reaccionaran en defensa propia y sofocaran cualquier indicio de resistencia georgiana.

“Ante cualesquiera fuentes emergentes de resistencia o cualesquiera acciones agresivas, deben adoptar medidas para destruirlas”, dijo al ministro de Defensa, Anatoly Serdyukov, durante una reunión en el Kremlin transmitida por la televisión.

Al comenzar conversaciones con Sarkozy, Medvedev dijo que Georgia debe retirar a sus tropas de las provincias separatistas de Osetia del Sur y Abjasia, al tiempo que prometió no volver a recurrir a la fuerza para resolver el conflicto.

Horas antes del anuncio de Medvedev, las fuerzas rusas bombardearon la ciudad de Gori y lanzaron una ofensiva en la única parte de Abjasia todavía bajo control georgiano, en dos acciones que endurecieron el asalto sobre Georgia.

La ONU y la OTAN habían decidido sostener reuniones el martes para abordar el conflicto, que estalló en Osetia del Sur y escaló rápidamente hasta convertirse en una crisis entre Oriente y Occidente que despertó temores en países de Europa occidental que fueron parte del bloque soviético. Los presidentes de cinco naciones europeas viajaron a Rusia y Georgia con la intención de mediar.

El canciller ruso Sergey Lavrov dijo el martes, antes del anuncio de Medvedev, que el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, debería dejar el cargo y retirar para siempre a las fuerzas georgianas de Osetia del Sur.

Moscú no conversará con Saakashvili, afirmó Lavrov y añadió que lo mejor que podría hacer el presidente georgiano “sería renunciar”. Pero dijo que Moscú no había puesto la salida de Saakashvili como una condición para suspender las hostilidades.

Durante los enfrentamientos, las tropas rusas habían penetrado en Georgia el lunes procedentes de Osetia del Sur y tomado posiciones cerca de Gori sobre la carretera principal entre el este y el oeste de Georgia, mientras había civiles que huían despavoridos de la zona. El presidente Saakashvili aseguró que su país había sido virtualmente partido a la mitad por el avance ruso.

La fuerza aérea rusa atacó edificios administrativos y un mercado callejero en el centro de Gori el martes, informó el titular del Consejo de Seguridad de Georgia, Alexander Lomaia, sin que hubiera datos inmediatos de víctimas.

Rusia también abrió el lunes un segundo frente en el oeste de Georgia al adentrarse en territorio georgiano desde Abjasia. Ocupó una base militar en la localidad de Senaki y recintos policiales en la población de Zugdidi.

El subjefe del Estado Mayor de Rusia, general coronel Anatoly Nogovitsyn, dijo que las fuerzas rusas no llegaron a Gori pero confirmó que han tomado el control de un aeropuerto en Senaki, que se encuentra 50 kilómetros (30 millas) al oriente de Abjasia.

El vicecanciller ruso Grigory Karasin afirmó que al menos 2.000 personas habían muerto desde el viernes en Osetia del Sur, y que la mayoría de las víctimas eran osetianos con pasaportes rusos. La cifra no pudo ser confirmada en medios independientes, pero varios refugiados dijeron que habían muerto centenares de personas.