Una de las apuestas fuertes en el campo energético se enfoca en el uso de bacterias y de otros seres. No es broma ya que, actualmente, existen microorganismos capaces de producir energía útil para el ser humano.
Según Eric Niiler, de Discovery News, estos seres, al ser estimulados por una determinada carga eléctrica, pueden convertir el dióxido de carbono en combustible.
“Estos bichos hacen la conversión sin petróleo, biomasa o luz solar”, explica Niiler. Por tanto, el proceso de producción resulta más eficiente y de menor impacto ambiental.
A PASO FIRME
Lo bueno es que tal tendencia parece estar consolidándose. Por ejemplo, el Departamento de Energía de los Estados Unidos, informado ya de estos hallazgos, invertirá en laboratorios orientados a la investigación en dicho campo. Por otro lado, experimentos realizados por la empresa Biomar Microbial Technologies han concluido que existen microalgas que producen combustible biológico.
Mientras que, en México, especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional han logrado producir energía eléctrica con la ayuda de bacterias. Se espera que todos estos esfuerzos rindan frutos a escalas masivas en un futuro cercano. El planeta lo necesita.