“Con Toledo tendría más material cómico”

Por Gonzalo Pajares

“Ya tengo amigos en ATV”, nos dice el humorista Carlos Álvarez. Véalo de jueves a lunes, a los 8 p.m., en el Teatro Canout.

¿Se puede hacer amigos en el mundo del espectáculo?
No muchos, pues en la farándula hay, a la vez, muchas decepciones y grandes amistades, aunque estas son las que menos se encuentran.

¿Eres una persona difícil?
Soy reservado, no dado a la bohemia, muy centrado en mi chamba. Pero en estos 28 años he aprendido a valorar la amistad y la lealtad como grandes valores.

Trabajaste ocho años con JB y no llegaron a ser amigos, ¿qué tal te llevas con Fernando Armas?
Con Armas hay una química saludable que se afianza domingo a domingo. No habíamos trabajado jamás juntos, así como no había trabajado con Miguelito Barraza, Edwin Sierra o Delly Madrid. Lelo Costa es, literalmente, un viejo y leal amigo (risas).

¿Armas es más rápido que tú?
Acá nos gana la noticia: nuestro competidor es la noticia, la coyuntura. Acá no hay competencia entre nosotros, nuestro único ‘egg-o’ es el del champú (ríe). Al elenco le gusta improvisar, yo soy más pegado a la letra, pero acá hay mucha libertad pues la improvisación le da sabor a lo que hacemos.

¿Qué tiene Delly además de ese cuerpazo?
No solo es guapa y de linda figura, sino que arregla el programa: si ella no estuviera, El estelar del humor sería el circo del horror, con vampiros, Nosferatu, payasos feos y, encima, tíos (risas). Estoy contento con ella porque genera sintonía, sobre todo, masculina.

Delly sale en babydoll, ¿también te emociona?
Claro, siempre le reclamo que salga eso, que salga en babydoll, no solo por los televidentes sino por nosotros, quienes también tenemos derecho (risas). El problema es que nos para resfriando.

Ya tenemos nuevo Congreso…
Y el chongo continúa (risas). Yo, feliz. En estas semanas hubo una especie de letargo: cuando un presidente está por salir y se viene otro, la cosa se pone tediosa, pues todos se van y, como no se conoce a los que vienen, a la gente le viene el tedio. Pero ahora, con Congreso y Gabinete nuevo ya viene la inspiración (ríe). El otro día me encontré con la señora García Naranjo y me acerqué a saludarla, ella me preguntó: “Estás chequeando”, y yo le respondí: “Prepárese” (risas). Ella es como una Mercedes Sosa, y la sacaré con sus dos bombos, la barriga y el instrumento de percusión (risas).

Martha Chávez le dijo a Fernán Altuve que él era el “Padre Maritín del fujimorismo”.
Y no pagan derechos de autor (ríe). Ojo, Altuve no es ‘Altuve’ sino ‘Altubo’, con ‘b’ grande (risas). Me hace gracia que lo que hacemos pase al habla popular. Por ejemplo, a Susana Villarán le dijimos ‘Villa-haragán’, ‘Lady Vaga’ y ambos nombres pegaron (risas).

‘Calvarián’ te salvó el programa después de las elecciones.
Sí, porque entre la Copa América y el vóley la tuvimos difícil. Dimos la lucha y con él y con Natalia ‘Mala Mala’ nos estamos acostumbrando a pelear con el público (ríe). ‘Calvarián’ se mete con todos, hasta con los políticos. Por ejemplo, dice: “Me tiene podrido Susana, que no hace ni mier…; me tiene podrido Alexis, que ha vendido hasta el Huáscar; me tiene podrido Martha y su Constitución del 93” (risas).

¿Para conocer el Perú, hay que ver un programa periodístico dominical o ver tu programa?
(Piensa). Para informarse seria y aburridamente, un dominical; para superar el trauma de vivir en el Perú, El estelar del humor (risas). Uno sale enfermo con los líos de los políticos, líos que con el humor se digieren mejor. Aquí se informa porque estamos atentos a la coyuntura y todo lo que sucede, lo recreamos en _El estelar_… ‘Lady Vaga’, con sus límites de velocidad, le quiere poner multa hasta a los chibolos con skooter y a los ancianos en silla de rueda y eso sale en el programa.

No lo niegues, te encanta editorializar.
Sí, nuestro mensaje es visual, pero muy claro. En mi programa está lo que pienso y el sentir de la gente; me gusta editorializar a través de sketches. Por ejemplo, en el caso de Alexis, nos dijeron que Ollanta no sabía nada, y eso lo recreamos poniendo a Humala diciendo: “Acá nada ocultamos, nada hay debajo de la mesa” y, en eso, se cae el tapete que cubre la mesa y se ve a Alexis y a los rusos negociando (risas).

¿No tienes temor de Humala? En el sketch ‘El espejo’ te corriste…
No. Los peruanos debemos ser cuidadosos de lo que hemos logrado y no retroceder con temas puntuales como el crecimiento económico, las libertades de expresión, de prensa y de creación. Y acá, si Humala lo merece, le daremos con todo.

Dicen que Toledo perdió a propósito: ya no quería que lo imites.
(Ríe). El que está más triste es Johnnie Walker (risas). Con él tuve una amistad, iba a mi casa, a mi cumpleaños, pero el poder cambia mucho a las personas.

A Toledo le has dado más que a Alan García.
Es que su perfil se presta: Toledo es más frívolo. Yo no tengo la culpa de que Pilar Nores sea una dama. No digo que Eliane no lo sea, pero le sacaba la lengua a los periodistas, insultaba a sus detractores… es un personaje riquísimo y, cuando hacía eso, yo era feliz (risas). Me hubiera gustado que ganase Toledo para tener más material cómico (risas).